Hay un miedo que frecuentemente me visita: el de soltar quién soy, para convertirme en quien debo ser.
Si le escapo, me apago de a poco, arraigada a lo que ya estoy acostumbrada a ser. Y, a la larga entro en un bloqueo: creativo, comunicacional y de negocio.
Si lo abrazo y acepto, doy a pasos a ciegas, pero con una intuición que me quema el corazón y me hace sacar a flote quien vine a ser.
Otoño para mi, es eso: un profundo cambio de piel, arrancar lo que ya no va.
Es un cambio de identidad, para mejor, para acercarme a lo que más deseo en todo sentido:
Aprovechando la energía del comienzo de año académico, del descanso de las vacaciones, qué mejor que cuestionarnos en este otoño ¿cómo podemos cambiar nuestra piel?
Te dejo estas preguntas que me pregunto, por si también te ayudan a cambiar de piel:
Honestamente, no elijo más de dos o tres.
Mejor concretar dos, que querer abrazar muchos desafíos y abrumarnos sin conseguir nada.
Espero que estas preguntas sean un disparador para seguir evolucionando y a acercarte al negocio de fotografía de tu visión más grande.
Porque si se te regaló esa visión, es porque tenés el potencial de concretarla.
Sólo hay que pensar el cómo y dar pasos chiquitos, pero constantes hacia ella.
Y si querés que te ayude a aclarar dudas en esto, no dudes en tomar una Asesoría Express conmigo.
A veces, una mirada de afuera, de alguien que está en el mismo rubro que vos y que ya pasó por esas situaciones, te ayuda a salir de un bloqueo y a concretar tus objetivos de manera acelerada.
Cariños,
Vir